"BOOM" COMERCIAL DE LIMA NORTE
El vertiginoso crecimiento económico experimentado en Lima Norte en los últimos años, ha originado una masiva migración de capitales nacionales y extranjeros que ha proyectado ofertar sus productos y/o servicios en una zona que muchos especialistas y estudiosos han denominado la Nueva Lima.
Si bien el fenómeno migratorio hacia Lima Norte se produjo entre los años cincuenta y setenta, es en la década de los ochenta y noventa en la que esta migración de provincianos y residentes de otras partes de Lima es más notoria, pero aún, las nuevas edificaciones de hogares, se confundían con grandes extensiones de terreno para la agricultura y las zonas industriales.
Con una población de dos millones de personas, en los albores del año 2,000, los distritos de San Martín de Porres, Los Olivos, Comas, Independencia, Carabayllo, y Puente Piedra, se convirtieron en el nuevo punto de atracción comercial en la capital, a partir de la llegada en 1997 de la oferta formal de los Supermercados Metro y Santa Isabel (hoy Plaza Vea) que tomó como referencia el incremento de una población de clase media emergente.
A mediados del 2002, ingresó a Lima Norte el concepto de la compra familiar y se suma el entretenimiento con cines, centros de comida rápida y juegos electrónicos. Después, al consumidor de Lima Norte tuvo todo lo anterior en un moderno centro comercial. El Megaplaza con sus dos tiendas anclas, Totus (de Falabella) y Ripley, los conocidos fast food, juegos para niños y otras cadenas de tiendas teniendo en su primera semana hasta 250,000 personas en un solo día.
Paralelamente al boom comercial, encontramos que según cifras de la Cámara de Comercio de Lima, el 99% de las unidades productivas de Lima Norte son medianas y pequeñas empresas, de los diversos sectores, agrupándose la gran mayoría en parques industriales que involucra los distrito de Independencia Comas y Los Olivos a lo largo de la Panamericana Norte.
Ante el boom comercial de productos y servicios, paralelamente se han consolidado también los pequeños negocios familiares, aquellos que se instalan dentro de la infraestructura de la casa de la familia donde el dueño es a la vez gerente y hasta los que atienden pertenecen o tienen alguna relación con la familia lo cual establece dos frentes muy importantes.
Primero, las grandes cadenas comerciales y de servicios que buscan poco a poco establecerse preferentemente en la franjas laterales la Panamericana Norte, adquiriendo considerables sumas de dinero los terrenos de la llamada zona industrial consolidándola como zona comercial y servicios. Es así que hacia el primer trimestre del año 2009 la zona comprendida entre los kilómetros 17 y 22 de la Panamericana encontraremos hasta cinco nuevas universidades, una más cerca de la otra (entre inmensos locales centrales y facultades desconcentradas) así como nuevos complejos recreacionales, locales de esparcimiento, discotecas, centros comerciales, entre otros.
Segundo, la llegada de estos grandes capitales ha generado una reacción en los pequeños negocios familiares como peluquerías/spas, fuentes de soda, restaurantes bodegas, entre otros, que en su afán de competir en mejores condiciones están invirtiendo y perfeccionando su sistema de ventas, de distribución, de atención incluso de infraestructura.
Si bien el fenómeno migratorio hacia Lima Norte se produjo entre los años cincuenta y setenta, es en la década de los ochenta y noventa en la que esta migración de provincianos y residentes de otras partes de Lima es más notoria, pero aún, las nuevas edificaciones de hogares, se confundían con grandes extensiones de terreno para la agricultura y las zonas industriales.
Con una población de dos millones de personas, en los albores del año 2,000, los distritos de San Martín de Porres, Los Olivos, Comas, Independencia, Carabayllo, y Puente Piedra, se convirtieron en el nuevo punto de atracción comercial en la capital, a partir de la llegada en 1997 de la oferta formal de los Supermercados Metro y Santa Isabel (hoy Plaza Vea) que tomó como referencia el incremento de una población de clase media emergente.
A mediados del 2002, ingresó a Lima Norte el concepto de la compra familiar y se suma el entretenimiento con cines, centros de comida rápida y juegos electrónicos. Después, al consumidor de Lima Norte tuvo todo lo anterior en un moderno centro comercial. El Megaplaza con sus dos tiendas anclas, Totus (de Falabella) y Ripley, los conocidos fast food, juegos para niños y otras cadenas de tiendas teniendo en su primera semana hasta 250,000 personas en un solo día.
Paralelamente al boom comercial, encontramos que según cifras de la Cámara de Comercio de Lima, el 99% de las unidades productivas de Lima Norte son medianas y pequeñas empresas, de los diversos sectores, agrupándose la gran mayoría en parques industriales que involucra los distrito de Independencia Comas y Los Olivos a lo largo de la Panamericana Norte.
Ante el boom comercial de productos y servicios, paralelamente se han consolidado también los pequeños negocios familiares, aquellos que se instalan dentro de la infraestructura de la casa de la familia donde el dueño es a la vez gerente y hasta los que atienden pertenecen o tienen alguna relación con la familia lo cual establece dos frentes muy importantes.
Primero, las grandes cadenas comerciales y de servicios que buscan poco a poco establecerse preferentemente en la franjas laterales la Panamericana Norte, adquiriendo considerables sumas de dinero los terrenos de la llamada zona industrial consolidándola como zona comercial y servicios. Es así que hacia el primer trimestre del año 2009 la zona comprendida entre los kilómetros 17 y 22 de la Panamericana encontraremos hasta cinco nuevas universidades, una más cerca de la otra (entre inmensos locales centrales y facultades desconcentradas) así como nuevos complejos recreacionales, locales de esparcimiento, discotecas, centros comerciales, entre otros.
Segundo, la llegada de estos grandes capitales ha generado una reacción en los pequeños negocios familiares como peluquerías/spas, fuentes de soda, restaurantes bodegas, entre otros, que en su afán de competir en mejores condiciones están invirtiendo y perfeccionando su sistema de ventas, de distribución, de atención incluso de infraestructura.
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